‘Veckatimest’ y ‘Merriweather Post Pavilion’

enero 16, 2010 at 2:06 pm (Música) (, , , , , , , , , , , , , , , , , , , )

Las listas de los mejores discos del año son útiles, no tengo duda. Si echas un vistazo a las de las principales revistas de música –incluidas las extranjeras- puedes tener un abanico bastante completo de lo que se ha creado durante el año. Y sí, son útiles aunque siempre falten cosas, sobren otras y muchas veces no se coincida con ‘la clasificación’ que se le haya dado a según qué discos.

Parece que hay absoluta unanimidad entre la crítica de que es ‘Merriweather Post Pavilion’ de Animal Collective el disco del año. A mí me parece un gran disco, sin duda, pero no termino de entender el consenso. Para mí, de la unanimidad subyace la teoría de ‘la coalición de los comulgantes’ – todos de acuerdo por lo que pueda pasar-.

Entre otras cosas, ‘Merriweather Post Pavilion’ renueva el viejo delirio megalomaniaco de Phil Spector en una suerte de Wall of Sound, que amo y que odio con la misma intensidad. Animal Collective consiguen algo parecido a lo que hacía de las producciones del neoyorquino tan especiales: abrumar. Y sí, hay que ser muy bueno para hacer sonar todo con tanta precisión y con tan buen gusto y hacer fluir esas melodías y coros preternaturales en medio de la vorágine de sampleados, reverberación, delays y ritmos desbocados. Es un disco maravilloso, sin duda.

No obstante, mi propósito no era hablar de Animal Collective, sino del ‘Veckatimest’ de Grizzly Bear. Para mí, alfa y omega no solo de 2009 sino, posiblemente, de la década. No hay más discos en mi lista. Estoy seguro de que seguiré escuchando este álbum durante el resto de mi vida y me seguirá pareciendo igual de bueno que la primera vez. Canciones maravillosas que no me canso de escuchar una y otra vez –y ya van muchísimas- tocadas por una inspiración de otro mundo. ‘Veckatimest’ vuelve a dar, para mí, sentido al concepto de álbum, no ya solo por su uniformidad sino por una sucesión de canciones que ganan en el conjunto, ‘Cheerleader’ es demoledora en sí misma, pero lo es mucho más precedida de ‘Fine For Now’ y seguida por ‘Dory’. Lo mismo ocurre con todas. ‘Veckatimest’ es una catedral gótica: ligereza estructural y luz, mucha luz.

Nunca olvidaré que entré en el año 2010 y por lo tanto en la nueva década, sentado de cara al frío con Ana tomando unas cervezas y escuchando ‘Veckatimest’ por enésima vez. A nosotros, nos iluminó y vivimos los estertores de 2009 y los primeros momentos de 2010 con renovada e inusitada energía.

Por cierto, el que no sale parado como merece, ni de lejos, es el discazo de Bill Callahan, ‘Sometimes I Wish We Were An Eagle’. Tampoco el de Elvis Perkins , ‘In Dearland’; ni el de M. Ward, ‘Hold Time’.

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